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Lactancia materna sana y feliz
Para disfrutar plenamente del periodo de lactancia materna, lo primero que debes tener claro es que dar el pecho a tu bebé es algo natural e instintivo. Somos mamíferos al igual que lo son los perros, los gatos o los elefantes así que, cuando tengas dudas sobre si lo estas haciendo bien, piensa simplemente en lo fácil que les resulta a los animales alimentar a sus crías. Tenlo muy presente, reconectar con tu parte instintiva es el primer paso para una lactancia sana y feliz.
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Consejos para un periodo de lactancia sano y feliz
Las primeras veces, sobretodo si eres una madre inexperta, amamantar puede doler no obstante, no dejes que estas primeras experiencias te priven, –os priven a ti y a tu hijo–, de esta magnífica experiencia vital; a veces un insignificante cambio de postura es suficiente… Y amamantar a tu bebe se convierten entonces en una experiencia íntima y placentera.
Recuerda, se trata de un acto instintivo, natural. Nuestra fisiología nos capacita de manera total y perfecta así que, tranquila, seguro que con sólo algunos “arreglillos” podréis disfrutar plenamente de este periodo. Aquí te dejo las principales claves para una lactancia sana y feliz.
Al inicio del periodo de lactancia
Al inicio del periodo de la lactancia es vital conseguir un ambiente relajado para la madre y el bebé por lo que, si en la habitación del hospital hay demasiadas personas visitándoos sería conveniente que saliesen. Si no lo hacen de forma espontánea, pídeselo de forma educada. No debéis (padre y madre) tener miedo de comunicar vuestras necesidades. Recordad que indirectamente son las necesidades de vuestro bebé.
La lactancia debe ser a demanda, según los últimos estudios y la OMS así que la pauta de tiempos dependerá de cada bebé y sus necesidades. Hay bebes que comerán cada dos horas, otros cada cuatro y otros, cada hora y media. Todo es normal.
También hay que tener en cuenta que no todos los bebes succionan con la misma fuerza ni tienen el mismo ritmo. Hay bebés que tardarán poco en vaciar el pecho y otros estarán más tiempo. Con los meses, además, esta pauta irá variando, por un lado el bebé tendrá la boca más grande, más fuerza pero, por otro, también la mamá sabrá cada día mejor: como colocarlo, cuando el bebé tiene hambre, cuando cambiar de pecho, etc.
Postura durante la lactancia
El bebé debe de poder alcanzar el pezón sin esfuerzo. Su boca debe estar abierta y la cabeza ligeramente para atrás. Si se presiona suavemente la zona entre los omoplatos, se consigue de forma natural una abertura mayor de la boca del bebé. Recuerda que el bebé debe poder introducir el máximo pezón posible en su boca para que en su interior se cree de manera natural la forma de la tetina.
Por cierto, otra forma para introducir en la boca del bebé el máximo pezón posible es apretándolo con el dedo índice y gordo.
También es importante que desde el momento del nacimiento –siempre que algún motivo de salud no lo impida– haya un contacto piel a piel entre el bebé y su mama. Este contacto mantenido y constante, ayuda al bebé a que de forma instintiva, se coloque correctamente en el pecho de la madre.
Forma del pecho y la lactancia
Por encima de todo, ten muy claro que no importa como sean ni tus pezones, ni la forma de tu pecho. Todas las mujeres son capaces de amamantar a sus hijos si creen en ellas mismas. Si aun así, al principio no se consigue, existen asociaciones para ayudar in situ en los primeros pasos aunque en pocos días, mejorando la postura y la succión del pezón, la subida de leche se regula y el pezón de la mujer se adapta perfectamente. De verdad, aunque no lo creas, sucede.
Confianza
Otro tema importante para conseguir experimentar una lactancia sana y feliz es confiar en una misma y olvidarse de los comentarios ajenos. Si la mujer quiere y desea amamantar a su hijo debe ser consciente de que, sin más, puede hacerlo de forma natural. Está perfectamente dotada aunque haya personas de su alrededor que opinen de forma negativa respecto a la lactancia; sea por ignorancia o por lactancias fracasadas.
Por otro lado, no todos los profesionales de la salud tienen suficiente conocimiento sobre la lactancia ya que –el procedimiento per se– no se enseña de manera explícita ni en medicina ni en enfermería así que es primordial cerciorarse de que la persona que te asesore tenga una formación adecuada, porqué sino, puede conducirte a dejar de dar el pecho antes de lo deseado.
Calidad de la lactancia materna
Vivimos en una sociedad donde tendemos a cuantificarlo todo y en consecuencia surge la necesidad de controlar, medir y cualificar también lo que comen nuestros bebés… Pero eso, en realidad no es posible. En cambio, sí te sugiero que observes a tu bebe, préstale atención. Lo que te indicará si el bebé se está alimentando bien son sus signos externos: ¿hace pipi?, ¿tiene los labios húmedos?, ¿gana peso correctamente?. Un bebé sano y feliz es tu mejor indicador de que lo estás haciendo correctamente.
Estos son los primeros pasos para alcanzar una lactancia feliz, beneficiosa para ambos tanto físicamente como emocionalmente.